domingo, 11 de agosto de 2013

Philippe Loret: "Soy el nieto de Adolf Hitler"

Philippe Loret, un plomero francés, un hombre común y corriente asegura ser el nieto de Adolf Hitler. Hijo de Jean-Marie Loret, quien en vida también asegurara (y prácticamente demostrara) ser hijo del dictador alemán, este hombre además de contar con un leve parecido físico con el Führer nazi, tiene los datos suficientes para demostrar y acreditar que su abuelo era en efecto el tirano Adolf Hitler. Lea su historia.

Philippe Loret y... los retratos de su abuelo.


Philippe Loret es un francés, plomero de profesión, cuya vida podría ser más o menos similar a la de cualquier mortal sobre la tierra. Loret sería uno más entre tantos seres anónimos que se ganan el pan a diario haciendo lo suyo pero, las vueltas de la vida, lo han convertido en alguien que tiene una interesante historia que contar. Este hombre de 56 años asegura, a quien quiera y sepa escucharlo, que es ni más ni menos que descendiente directo del mismísimo Adolf Hitler. Philippe Loret dice concretamente: "Soy el nieto de Adolf Hitler".
La historia de Philippe Loret comenzó a ocupar espacio en los medios recientemente tras conocerse un diario personal escrito por un tal Leonard Wilkes, uno de los primeros soldados aliados que desembarcó en Normandía durante el histórico "Día D". El diario personal de Wilkes fue encontrado por su hijo y algunos de los pasajes del mismo le resultaron lo suficientemente atractivos e intrigantes como para guardárselos sin darlos a conocer.
Leonard Wilkes escribió en su diario algunas cosas que vendrían a corroborar lo que en algún momento contó a los cuatro vientos Jean Marie Loret, padre de Phillipe.
Decía Wilkes en su diario:
"Hoy fue un día interesante. Visitamos la casa en la que Hitler permaneció como cabo en la última guerra, vi a la mujer que tenía un hijo de él. Ella nos dijo que su hijo estaba luchando en el ejército francés contra los alemanes".


 Leonard Wilkes en los días de la guerra y su hijo con el diario personal de su padre.


Leonard Wilkes estaba convencido de la historia que Jean Marie Loret se encargó de dar a conocer muchos años después. Cuando Adolf Hitler era un modesto y casi anónimo cabo alemán apostado en Francia en el verano de 1917 conoció y mantuvo relaciones con una mujer llamada Charlotte Lobjoie. Hitler tenía 28 años de edad y ella apenas 16 y de esos encuentros entre ambos nació, en 1918, Jean Marie Loret. Hitler no hablaba franés y Charlotte no hablaba alemán, la relación y la comunicación entre ellos rápidamente se esfumó pero había quedado como prueba irrefutable de sus encuentros el pequeño Jean Marie. Charlotte entregó en guarda al pequeño hijo a otra familia y el resto es historia, pero la vida los volvió a reunir en momentos en que los nazis ocupaban Francia y la Resistencia francesa comenzaba a hacerse notar. Jean Marie Loret se reencontró con su madre. Charlotte Lobjoie, de inmediato, confesó algo que marcó para siempre la vida de Jean Marie Loret: le contó sobre su encuentro con Hitler en Fournes-en-Weppe, cerca de Lille (Francia) en algún momento de 1917, le habló sobre sus relaciones con el por entonces ignoto cabo alemán y finalmente le dijo que él (Jean Marie) era fruto de aquella fugaz relación. Jean Marie Loret se enteraba por fin de la noticia de su vida: era el hijo no reconocido de Adolf Hitler.
Pasaron los años y cuando finalmente Charlotte Lobjoie falleció fue su hijo quien comenzó a descubrir cosas muy sugestivas entre las pertenencias de su difunta madre. Varios objetos personales de poca importancia y, fundamentalmente, un viejo cuadro pintado y firmado por el mismísimo Hitler colgado como si nada en una de las paredes del hogar. En el cuadro se veía a una campesina de aspecto idéntico al de Charlotte... (ver fotos)


Charlotte Lobjoie y el cuadro pintado y firmado por Adolf Hitler.


A partir de allí la lucha de Jean Marie Loret por ser reconocido como el verdadero hijo de Hitler no tuvo descanso ni pausa. Llegó a contactarse con abogados e incluso se llegaron a realizar los estudios correspondientes con el fin de demostrar la veracidad de sus dichos. Nunca tuvo el "eco esperado", vaya uno a saber por qué extrañas motivaciones, pero Loret tenía el mismo grupo sanguíneo que Hitler (y como un dato pintoresco extra, pruebas caligráficas aseguran que hasta tenía los mismos trazos de escritura).

Los años pasaron, Jean Marie Loret logró hacer de la suya una vida más o menos normal, a pesar de la tremenda carga de "saberse" hijo de uno de los personajes más nefastos de todos los tiempos y así las cosas tuvo descendencia. Siete hijos lo escucharon atónitos hace muchos años cuando Jean Marie los reunió en la tranquilidad e intimidad de su hogar y les dijo: "Niños, tengo algo para decirles: su abuelo es Adolf Hitler".

Jean Marie Loret.

 Certificado de nacimiento de Jean Marie Loret. Francia, 1918.


Aquellos niños reaccionaron como pudieron, del mejor modo posible ante la estremecedora verdad que les había confesado su padre, pero uno de ellos, Philippe, sintió particularmente la tremenda necesidad de volver a hablar del tema. Philippe Loret pasó muchos años "mirando hacia otro lado", guardando silencio (a pesar de la conocida historia de Jean Marie Loret, su padre) e incluso llegó a guardar el secreto con parientes cercanos o familiares de su esposa. Pero para él, ese silencio se ha acabado y se ha animado a mostrarse públicamente asegurando lo que asegura.
Philippe Loret, más allá del silencio autoimpuesto, nunca se quedó quieto ni conforme y fue así que tras la muerte de su padre viajó a Alemania en 1985. Allí mantuvo encuentros con Gudrun Himmler (desde hace años conocida como Gudrun Burwitz, apellido de su esposo), hija del Jefe Supremo de las temibles SS, Heinrich Himmler. Gudrun, además de ser una de las responsables de "Stille Hilfe" ("Ayuda Silenciosa", una agrupación que desde los años '50 se dedica a ayudar y proteger a los nazis en fuga) se encargó de presentar a Philippe Loret con una amante de Hitler, desconocida por muchos hasta entonces.
"Ella creía que yo era el nieto de Hitler", afirmó Loret, "porque había oído hablar que él había engendrado un hijo en Francia. Esto significa que su círculo íntimo sabía de Hitler tenía un hijo secreto (…) Hitler tenía más de dos amantes. La mujer que conocí fue amante de Hitler. No voy a nombrarla, pero me dijo que Hitler era un amante tierno y bueno".

Philippe Loret, Jean Marie Loret (arr. der.) y Adolf Hitler en 1917 (ab. der.)




Nota relacionada:
http://historiasladob.blogspot.com.ar/2012/04/jean-marie-loret-soy-el-hijo-de-hitler.html

Fuentes de consulta:
- Perfil
- http://code.jc-mouse.net
- http://www.dailymail.co.uk
- http://historiasladob.blogspot.com.ar 
- http://mercek.tv

miércoles, 31 de julio de 2013

El Acuerdo de Haavara: Nazis y Sionistas con un mismo y único objetivo en común

 El Acuerdo de Haavara: nazis y sionistas con un mismo objetivo en común.


Cuando se piensa en el Holocausto, irremediablemente la mente trae a primer plano la muerte de millones de personas, víctimas de la barbarie más extrema jamás conocida, caídas bajo el yugo sanguinario e intolerante de la maquinaria bélica nazi. La intolerancia por el otro, la violencia sistematizada, la forma más concreta y tangible de la peor de las miserias humanas en su máxima expresión. El Holocausto que le ha costado la vida a millones de personas desde la llegada al poder en 1933 del Partido Nacional Socialista de los Trabajadores Alemanes bajo las órdenes de Adolf Hitler es el símbolo inequívoco de la enorme distancia que puede recorrer el ser humano a la hora de menoscavar y despreciar la vida de sus semejantes. Se ha llegado muy lejos, tal vez tan lejos, con tantas consecuencias y con tanta gravedad como pocas veces se haya visto antes y después.
La "historia oficial" se ha encargado de determinar quienes estaban de un lado y quienes estaban del otro. Haciendo gala de una más que discutible seguridad sobre quienes han sido víctimas excluyentes y victimarios indiscutidos, el relato oficial (siempre fogoneado por uno de los bandos) ha puesto la mirada y ha cargado todas las culpas sobre el nazismo y en eso, algo (mucho) de verdad hay, sin lugar a dudas. Pero ya la "historia real" se ha encargado tantísimas veces de demostrarnos que las cosas no siempre son como se cuentan y se difunden y que siempre (irremediablemente siempre) hay otra campana para escuchar, la cual (generalmente) trae un sonido muy diferente...Por lo general la "historia oficial" no es precisamente mentirosa, sino tan sólo incompleta...

El Holocausto con sus terribles y lamentables consecuencias no es un tema sencillo de abordar. No lo fue en su momento, no lo es ahora y nunca lo será. Es que hay millones de vidas en medio, de quienes perecieron ante la barbarie y de quienes los han sobrevivido o son directos descendientes de aquellos, y es entonces cuando se hace necesario ir entre algodones y tener el pulso de un verdadero cirujano al hablar del tema. Con el dolor, la vida y la muerte no se puede ser imprudente, pero, dadas las circunstancias, y como la "historia oficial" se las ha arreglado perfectamente a lo largo de los años para desviar nuestra atención y hacernos creer lo que a los historiadores oficiales se les ha ordenado escribir, se hace necesario separar la paja del trigo y darse cuenta que no todos los "malos" de la historia han estado siempre de un lado y todos los "buenos" del otro. Muchas veces se han mezclado. Muchas otras ha sido imposible identificar a unos y a otros. Y muchas otras tantas veces... simplemente han sido practicamente lo mismo.

Cuando los nazis "tomaron el poder" el 30 de enero de 1933 muchos de los postulados del Nacional Socialismo ya estaban más que claros, sabidos y hasta aceptados de antemano por una muy considerable porción de la sociedad alemana y también por varias otras sociedades que la "historia real" se empecina en seguir identificando como benefactoras, libertarias, civilizadas y progresistas. Los alemanes no se despertaron de un día para el otro con el caño humeante de una pistola nazi apuntando a su cabeza. Las "democracias occidentales" tampoco. Y los pueblos o naciones que aún no tenían un territorio propio, tampoco. Nadie fue tomado por sorpresa en aquella Alemania que buscaba desesperadamente, y desde finales del Siglo XIX, un líder, un conductor, de mano dura, que no dudara y que se convirtiera en ese "enviado" que fuera capaz de enderezar el rumbo de la agitada vida alemana y fuera el protagonista indiscutido de un "liderazgo heróico", por no hablar de las nefastas y mentirosas cuestiones raciales. Adolf Hitler supo encarnar de manera inmejorable (lamentablemente) a ese "mesías" que la "providencia" y la historia ancestral del pueblo alemán "exigían", pero nadie, absolutamente nadie podía decir que Hitler había sido producto de la generación espontánea. El mito de Hitler ya había quedado establecido aún antes de la llegada al poder y las potencias occidentales estaban muy al corriente de lo que pasaba en Alemania, incluso fomentándolo y financiándolo. Pero no sólo las grandes potencias occidentales veían con "buenos ojos" el surgimiento del nazismo. No sólo las naciones establecidas y las ya existentes veían que el excabo de la Primera Guerra Mundial podía llegar a ser útil a sus objetivos ulteriores y sus propósitos. Allí también, dentro de ese grupo que compartía increíblemente (sí: compartía) algunos postulados de Hitler respecto de la cuestión racial, estaban también los Sionistas.

En la Alemania nazi, alguna vez un encumbrado dirigente alemán sionista dijo que "el sionismo, cuyo mundo está circunscrito al nacionalismo judío, siempre es capaz de asimilarse a los términos políticos de los países en los que opera". Para poder comprender de qué hablaba ese dirigente del sionismo, el mejor y más contundente ejemplo ha sido la ZVD, Zionistische Vereinigung für Deutschland (Federación Sionista de Alemania).
La ZVD se "adaptó" a las políticas e ideas del recién ascendido régimen nazi, como ninguna otra institución u organismo en la Alemania de Hitler. Las asombrosas similitudes y coincidencias ideológicas entre la ZVD y el Nacionalsocialismo, el racismo "Völkisch" (1) común a las dos partes y (lo que no es menos importante para el caso) la profunda convicción mutua de que Alemania no podría ser nunca la patria de "sus" judíos, llevó a la ZVD a cerrar filas con los nazis y, en definitiva, sellar un asombroso acuerdo que no fue otra cosa más que una verdadera traición y casi una nueva clase de genocidio contra los judíos que por diversos motivos (todos atendibles) no estaban dispuestos a abandonar "su" Alemania. Hitler no consideraba alemanes a la gente de religión judía y la ZVD (los sionistas) no concebían que los judíos se considerasen alemanes. Las alarmantes coincidencias en su máximo nivel.

Mientras tanto Hanotea (en hebreo, הנוטע), una compañía sionista de plantaciones de cítricos, se interesó en mayo de 1933 por la posibilidad de transferir capital de Alemania a Palestina. Hanotea sirvió para ayudar a los judíos alemanes inmigrados a Palestina como parte del movimiento sionista. Por un acuerdo establecido con el gobierno alemán, Hanotea se haría con dinero de los futuros inmigrantes, y entonces luego usaría este dinero para comprar bienes alemanes. Estos bienes, junto con los inmigrantes, serían entonces enviados a Palestina. En Palestina, los comerciantes de importaciones comprarían los bienes de los inmigrantes, liquidando sus inversiones. Este acuerdo pareció funcionar bien, y marcó el camino para el posterior "Acuerdo de Haavara". Relacionado con Hanotea estaba un judío sionista polaco, Sam Cohen. Representó los intereses sionistas en las negociaciones directas con los nazis establecidas desde marzo de 1933.


La medalla con la svástica y la estrella sionista en cada cara. En 1934, para conmemorar el viaje del barón Leopold Itz Edler von Mildenstein a Palestina, Goebbels mandó acuñar esta medalla. Del lado de la estrella decía en alemán: EIN NAZI FÄHRT NACH PALÄSTINA (Un nazi viaja a Palestina); y del lado de la svástica, UND ERZÄHLT DAVON IM ANGRIFF (Y se lo narra en el Angriff). Por esa misma época ya estaba en funcionamiento el Acuerdo Haavara entre el Gobierno del Tercer Reich y el Sionismo Laborista de Ben Gurion.


De este modo, Kurt Tuchler (2), miembro del Ejecutivo de la ZVD, persuadió al barón Leopold Itz Edler von Mildenstein (3), de las SS, para que escribiera un texto prosionista para la prensa nazi. El barón aceptó a condición de visitar primero Palestina, de modo que, dos meses después de que Hitler llegara al poder, Tuchler, el barón y sus respectivas esposas marchaban hacia allá, donde von Mildestein permanecería seis meses antes de retornar para escribir sus artículos. (4)

Poco tardaron nazis y sionistas en rubricar ese "acuerdo ideológico". Apenas unos meses después de haber llegado al poder el nazismo, las autoridades nacionalsocialistas del Tercer Reich firmaban el 25 de Agosto de 1933 el "Acuerdo de Haavara" (5) (Acuerdo de Traslado) con la cúpula del Sionismo. Tras apenas tres meses de negociaciones y ajustes finales, la ZVD, Zionistische Vereinigung für Deutschland (Federación Sionista de Alemania); el BancoLeumi (6) bajo las órdenes y directivas directas de la Agencia Judía para Israel y las autoridades económicas del Tercer Reich se ponían absolutamente de acuerdo: los judíos no podían, ni debían, estar en Alemania y su destino estaba en Palestina. Para los nazis los judíos eran seres despreciables y para la ZVD, Zionistische Vereinigung für Deutschland, los judíos que no "aceptaban" irse de Alemania eran, sin más vueltas, unos traidores. Se "gestaba" de un modo inpensado el nacimiento del futuro Estado de Israel.
 No fue sencillo implementar el "acuerdo" nazi-sionista.
La ecuación era sencilla: cada persona que era "invitada" a trasladarse a Palestina (por un bando o por otro) se consideraba sin lugar a dudas "alemana de religión judía" y no simplemente "judío alemán" y así las cosas no eran muchos los que estaban dispuestos a "seguirles el juego" por un lado a los nazis que los despreciaban y por otro lado a los sionistas que (si no aceptaban irse de Alemania) los consideraban traidores a la causa de la creación futura del Estado de Israel. A pesar de las complicaciones y los inconvenientes, no fueron pocos los judíos que emprendieron rumbo hacia Palestina de esa manera. Si bien el "Acuerdo de Haavara" se presentaba como una "ayuda" para que los judíos pudieran salir de Alemania, lo concreto es que miles de personas se vieron forzadas a hacerlo dejando sus pertenencias en territorio alemán (si bien luego se podrían recuperar transfiriéndolos a Palestina como bienes alemanes). 60.000 judíos emigraron desde la Alemania nazi hacia Palestina "gracias" al acuerdo entre la cúpula sionista y los nazis, llevándose con ellos (en total) la suma de 100 millones de dólares de aquella época (casi 1,8 billones de dólares en la actualidad), lo cual "colaboró" de manera asombrosa a la "causa" de la creación del Estado de Israel.

Otro de los principales "fogoneros" del acuerdo entre nazis y sionistas fue Haim Arlosoroff.
Vitaly Viktor Haim Arlozoroff (en hebreo: חיים ארלוזורוב‎ Haim Arlozorov (Romny, (Ucrania), 1899 - 16 de junio de 1933), conocido como Haim Arlozoroff, fue un líder sindicalista, poeta y político de origen ucraniano, que fue miembro directivo de la Agencia Judía para Israel y responsable de sus relaciones políticas. Sionista convencido, defendió un Estado de Israel y el retorno de los judíos a la Tierra de Israel. Educado en Alemania, allí conoció a la futura Magda Goebbels, amiga de su hermana. Entablará con ella una relación amorosa que se disolverá por el primer matrimonio de ella, aunque las dificultades que se irían produciendo en este les llevarían a unirse de nuevo. Emigró al Mandato Británico de Palestina en 1921. Activista del Movimiento de los trabajadores, Arlozoroff representó al Partido Laborista Israelí en numerosas conferencias internacionales y congresos sionistas. Aunque bastante moderado en su concepción del enfoque político respecto del expresado por el gobierno mandatario británico, en relación con la manera de administrar la cuestión árabe y en su manera de poner en práctica el proyecto sionista, no tuvo problemas en expresar la idea de una revuelta judía para apoderarse, por la fuerza, de los territorios destinados al futuro Estado judío. A propósito de los árabes, dijo que no era verdad que todo lo que era malo para los árabes fuese bueno para los judíos, ni que fuese verdad que todo lo bueno para los árabes fuese malo para los judíos. Fue asesinado cuando se paseaba con su mujer Sima en una playa de Tel Aviv, el 16 de junio de 1933. No se pudo detener a ningún sospechoso, aunque se rumoreó que Joseph Goebbels pudo tener algo que ver. Pero ese es otro tema.

Volviendo a los alcances y al "éxito" logrado con el "Acuerdo de Haavara" resulta notable que la reacción de los judíos alemanes siguió estando lejos de lo esperado por nazis y sionistas. No muchos estaban dispuestos a dejar su tierra, su hogar, sus afectos, su trabajo seguro, sus lazos familiares. Después de todo ellos eran alemanes de religión judía, ni más ni menos. El Sionismo veía con muy malos ojos aquella reticiencia a irse de Alemania, tras lo cual su "sugestivo silencio" durante muchos años ante los crímenes del nazismo contra los judíos resulta como mínimo "cómplice de las atrocidades nazis". Según ellos "bien muertos estaban los judíos que no aceptaban irse a Palestina".
Se dio también en reitreradas oportunidades la situación de rechazo de los buques que llegaban hasta Palestina colmados de judíos que buscaban llegar a su "nuevo hogar". No hay que dejar de mencionar que Palestina era por aquel entonces un dominio británico y así las cosas la corona había dejado muy en claro que tan sólo se aceptaría una muy baja cantidad de judíos en Palestina. No muchos países aceptaban a aquellos barcos con judíos que tampoco podían recalar en Palestina. Por más que se hayan llenado la boca, las "democracias" occidentales y muchísimos otros países se negaron sistemáticamente, una y otra vez, a "aceptar" judíos. El racista era el sanguinario de Hitler, pero ellos se negaban a recibirlos.


David Ben Gurion y un documento relativo al Acuerdo de Haavara.


Pero las "trabas" para los judíos que se decidían a emigrar desde Alemania y eran permanentemente rechazados no sólo llegaban de las autoridades de esos países, sino que también encontraban un "inesperado" escollo desde las mismas filas sionistas (corroborando que para el Sionismo y en particular la ZVD, los judíos "debían ir sí o sí a Palestina" y en caso contrario "que se atengan a las consecuencias"). Como muestra de la radical postura sionista es aconsejable recordar lo que decía al respecto uno de los próceres indiscutidos del Estado de Israel: David Ben Gurion.
En 1938, tras la "Kristallnacht" (Noche de los cristales rotos) en Alemania, con el descarnado, sanguinario y criminal pogromo contra los judíos, Gran Bretaña pretendió "poner paños fríos" a la complicada situación de la emigración "indeseada" de los judíos hacia Palestina y ofreció que miles de niños judíos fueran enviados directamente a las islas británicas. David Ben Gurion se opuso fervientemente a ese plan británico y de inmediato convocó a una reunión de emergencia de dirigentes sionistas laboristas para el 7 de Diciembre de 1938.  En esa histórica (y no muy difundida) oportunidad Ben Gurion declaró sin remordimientos lo siguiente:
"Si yo supiera que es posible salvar a todos los niños de Alemania llevándolos a Inglaterra, y sólo a la mitad de ellos trasladándolos a Eretz Yisrael (7), optaría por la segunda alternativa. Porque debemos sopesar no sólo la vida de estos niños, sino también la historia del Pueblo de Israel.”(*).
Tras el rechazo del laborismo sionista y tras la criminal declaración de Ben Gurion, la política de Gran Bretaña sobre la aceptación de inmigración judía a Palestina se endureció y radicalizó aún más. Los judíos debían olvidarse de llegar a su tierra prometida, en la Palestina británica, tampoco había lugar para ellos.
Diez días después de aquellas hirientes declaraciones, Ben Gurion volvió a la carga con otras palabras que nunca deberían ser olvidadas. Ben Gurion le advertía al Ejecutivo Sionista:
“Si los judíos tienen que elegir entre los refugiados, salvando a los judíos de los campos de concentración, o colaborando con un museo nacional en Palestina, la compasión se impondrá y toda la energía del pueblo será canalizada para rescatar a los judíos de diversos países. El sionismo será eliminado de la agenda, no sólo de la opinión pública mundial, en Gran Bretaña y Estados Unidos, sino en la opinión pública judía de todas partes. Si permitimos una separación entre el problema de los refugiados y el problema palestino, estamos arriesgando la existencia del sionismo.”(**)

Más claro, imposible.

Fueron 6 millones de víctimas.
Pudieron haber sido muchas más. Los nazis habían dejado sus imborrables huellas en la historia, concretando uno de los capítulos más oscuros, lamentables e irreversibles de la historia de la humanidad. Pero no estuvieron solos. Como ya se ha dicho, no todos los "malos" estuvieron de un lado y no todos los "buenos" estuvieron del otro, muchas veces se han juntado, se han mezclado, se mimetizaron e incluso se se han llegado a confundir. Y en esa mezcla de agrios ingredientes fueron parte fundamental los sionistas que, mal que les pese a muchos, han sido los principales socios y los más interesados colaboracionistas con la barbarie nazi del Tercer Reich en todo lo relacionado con la salida de los judíos.
En 1948, con Ben Gurion a la cabeza, comenzaría otra historia...

Referencias:
(1): De völkisch un término alemán que, aunque literalmente significa ‘folklórico’, ‘popular,’ tiene connotaciones de ‘nacionalista’, ‘racista’, ‘conservador’, ‘derechista’.
(2): Kurt Tuchler (1894-1978), murió en el Estado de Israel como un buen sionista. 
(3): Leopold Itz Edler von Mildenstein (1902-¿?), a pesar de haber pertenecido al Servicio de Seguridad de las SS a las órdenes de Heydrich, después de la guerra no fue investigado ni juzgado y continuó viviendo en Alemania occidental. En 1954 von Mildenstein visitó los EE.UU. En diciembre de 1956, se supo que había sido contratado por el gobierno egipcio de Gamal Abdel Nasser para trabajar en la radio ‘La Voz de los Árabes’. En junio de 1960, luego de la captura de Eichmann por agentes del Mossad en Buenos Aires, von Mildenstein anunció públicamente que había estado trabajando para la CIA, alegación que no fue negada por el organismo de inteligencia estadounidense (cfr. Richard Breitman, Norman J.W. Goda, Timothy Naftali and Robert Wolfe, U. S. Intelligence and the Nazis. Cambridge: Cambridge University Press, 2005, pp. 342-343). En 1964 se lo vio por última vez. Luego desapareció. Se especula sobre su eliminación por agentes de la CIA o el Mossad para evitar filtraciones embarazosas.
(4): Jacob Boas, “A Nazi Travels to Palestine”, History Today. London, January 1980, p. 33.
(5): Acuerdo de Haavara: en hebreo, הסכם העברה, transliterado como «heskem haavara» y traducible literalmente como «acuerdo de traslado»
 (6): El Banco Leumi (en hebreo: בנק לאומי‎, Banco Nacional) es un banco israelí. Fue fundado en Londres con el nombre de Anglo Palestine Company el 27 de febrero de 1902 por miembros del movimiento sionista, con la finalidad de promover la industria, la construcción, la agricultura y la infraestructura en Palestina.
(7): En hebreo, ‘Tierra de Israel” (Palestina). 
 
Fuentes de consulta:
http://nazismosionismo.blogspot.com.ar
"Los secretos de Hitler" (Abel Basti - Sudamericana - 2011)
"Historia de la solución final" (Daniel Rafecas - Siglo XXI - 2012)
http://es.wikipedia.org/wiki/Acuerdo_Haavara
http://es.wikipedia.org/wiki/Haim_Arlosoroff
(*):  Yoav Gelber, “Zionist Policy and the Fate of European Jewry (1939-42)”, Yad Vashem Studies, vol. XX, p. 199.
(**): Ari Bober (ed.), The Other Israel: The Radical Case Against Zionism. Garden City, New York: Anchor Books, 1972, p. 171.

martes, 30 de julio de 2013

"Asesinato colateral": video del ejército norteamericano masacrando civiles en Iraq



Bagdad, Iraq, 2007. Un grupo de civiles entre los que se encuentran algunos menores de edad como así también Namir Noor-Eldeen, fotógrafo de la agencia periodística Reuters, y Saeed Chmagh, su chofer, es observado por las cámaras de "seguridad" de un helicóptero de los Marines norteamericanos desplegados en la zona. La escena carecería de mayor importancia entre tantas que se emiten (con tan alto poder de selección de parte de las cadenas norteamericanas)  con excepción del final: una infernal lluvia de proyectiles disparados sin miramientos y sin contemplaciones sobre el grupo de civiles que, lejos de ser milicianos o terroristas (del bando contrario al de los terroristas norteamericanos), en realidad nada tenían que ver con agrupaciones políticas o militares en Iraq. Los "supuestos milicianos" fallecidos en el ataque norteamericano pasaron a formar parte de la tristemente célebre lista de estadísticas de los "daños colaterales" con los cuales Estados Unidos y sus criminales cómplices "solucionan" todo desde hace un tiempo a esta parte.
El video ha sido uno de los más concretos aportes de Bradley Manning, el soldado norteamericano detenido por su propio país en Mayo de 2010, justamente en Iraq, sospechado de pasar importante información confidencial norteamericana al sitio web WikiLeaks (cosa que ha sucedido concretamente el 5 de Abril de 2010).
"Collateral murder" o "Asesinato colateral" es uno de los tantos videos "confidenciales" que el gobierno de Esatdos Unidos ha tratado de ocultar por todos los medios. Afortunadamente no lo han logrado. De ahora en más sólo queda esperar no sólo que no se vuelvan a repetir cosas similares (léase: ésto se volverá a repetir miles de veces, pero no se sabrá) o que por lo menos los responsables reciban alguna vez el castigo merecido. Utopías modernas que los norteamericanos se encargarán sistemáticamente de destrozar...

Al momento de redactar este artículo, Bradley Manning, estaba siendo juzgado por la "Justicia" norteamericana como traidor a la Patria y colaboracionista con los enemigos.

Fuente de consulta:
ActualidadRT.com
Youtube

lunes, 29 de julio de 2013

Operación Exterminio

"Historias Lado B" inicia, con la publicación de este informe, una fructífera y productiva colaboración e intercambio de material con "Astrolabio del Tiempo". Desde ahora los dos sitios compartirán regularmente notas y artículos de interés en común que significarán sin lugar a dudas un importante valor agregado para los dos espacios dedicados a la investigación de la historia. 


“A través de la diseminación de tal terror toda disposición de resistencia entre el pueblo, será eliminada”
Adolf Hitler, diciembre de 1941.

El origen del mal.
Al finalizar la segunda guerra mundial, Europa había quedado desvastada. Las bombas arrasaron ciudades completas, dejando como testigos algunos muros, que alguna vez supieron ser edificios y casas. La miseria y el estupor acompañaron a los sobrevivientes; millones de personas habían muerto y otras tantas estaban desaparecidas pero el horror mas grande fue el descubrimiento de los numerosos campos de exterminio que los nazis habían instalado para lo que ellos llamaron la “solución final”.
Como muertos en vida los sobrevivientes de aquel holocausto caminaban atónitos detrás de las tropas aliadas que habian vencido a los nazis.
El mundo entero no era el mismo de siempre, el escenario político,económico y social daría un giro tan sorprendente y paradójico que las páginas de la historia seguirían horrorizándose muchas décadas más adelante.
La “bestia” no había muerto, por el contrario el mal seguiría haciendo de las suyas y contando con aliados que les facilitarían su accionar.
Las consecuencias de la guerra fueron numerosas, entre los aliados se encontraban las nuevas potencias que manejarían al mundo siguiendo un minucioso plan.
Como cuenta Carlos De Nápoli en su libro Nazis en el Sur; ”Los Estados Unidos en posesión de la bomba atómica y una economía cuya fortaleza no tenia parangón en la historia, buscaban finalizar cuanto antes la contienda en Europa y Oriente para comenzar a comercializar agresivamente su producción en los enormes mercados que ahora tenia a su disposición.
La Unión Soviética de Stalin, que había soportado años de ocupación nazi se debatía por obtener la mayor tajada posible de territorios europeos, por expandir su sistema político y, sobre todas las cosas, por conseguir salidas francas al Atlántico y al Mediterráneo. Con intereses dispares, desde mucho tiempo antes los Aliados eran un grupo de enemigos mortales unidos por un aparente enemigo común: Adolf Hitler.”
Como un ave fénix, los Estados Unidos de América, se levantaba entre tantos muertos y se hacía acreedor del poder económico de otras naciones y los Rusos por su parte no se quedaban atrás.
Se habían convertido en “aliados” por poco tiempo, ya que inmediatamente después de la guerra, se declararon fanáticos enemigos, y dividían al mundo en dos.

Estados Unidos, se puso a la cabeza y se convirtió en el “proveedor “y en el “ordenador”. Su plan se ejecutó rápidamente. En abril del año 1945, a pocos días de haber finalizado la guerra, los países vencedores decidieron en la Conferencia de San Francisco (en la ciudad estadounidense), la creación de un nuevo sistema de seguridad cuya pieza central fue la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Los objetivos de esta organización eran la defensa de los derechos de las personas, el mantenimiento de la paz, la libre determinación de los pueblos y el fomento de cooperación entre los pueblos.
Tres años después la ONU, redactaba la Declaración Universal de los Derechos Humanos, cuyos postulados básicos eran el respeto por la vida, la libertad y la igualdad de las personas.
El mundo volvía lentamente a su lugar, creyendo que por fin había llegado la paz, pero lejos estaban de pensar que esos postulados iban a convertirse en poco tiempo en una hipócrita farsa.
A Estados Unidos lo que más le interesaba eran sus propios intereses y no dejaría que nada ni nadie les sacara el protagonismo de convertirse en una flamante potencia que había salido fortalecida tras el resultado de la guerra y la Unión Soviética, por su parte, también respondería a sus propios intereses.
La historia y los hechos se encargaron entonces de demostrar que lo que menos les interesaba era la libre determinación de los pueblos, el respeto por la vida, la libertad ni la igualdad de las personas.
Durante los primeros años de la postguerra se habían realizado numerosos acuerdos y pactos. Entre ellos varios países acordaron que entre noviembre de 1945 y octubre de 1946, se realizaría en la ciudad alemana de Nuremberg, un juicio para juzgar y castigar a los jerarcas nazis responsables del genocidio de tantos seres humanos pero no todos los jerarcas nazis fueron enjuiciados.
La lista de los nazis que huyeron y se aseguraron un buen exilio es enorme. El plan para su huida ya estaba pactado mucho tiempo antes de que finalizara la guerra mediante la “ Operación Odessa”.
El precio que debían pagar por la huída, era la colaboración y el pago de cuantiosas sumas de dinero a aquellos que irían a utilizar sus “servicios y conocimientos”.
Como aves de rapiña muchos países de América, se repartieron a los mas célebres cerebros del nazismo alentados en la mayoría de los casos por sus antiguas simpatías y colaboraciones con los nazis.

La colaboración.
La colaboración entre los nazis y los Estados Unidos para distintos “negocios”, operaciones de inteligencia y experimentos aberrantes datan de muchos años antes de que se desatara la segunda guerra mundial y sus conexiones están directamente relacionadas con el momento en que el partido nacionalsocialista alemán se enquistara en el poder.
Como bien lo ilustran Simon Dunstan y Gerrard Williams en su libro “Lobo Gris”, "Entre la plaga de nuevas leyes promulgadas en 1933, por el tercer Reich, estaba la ley para la esterilización obligatoria de las personas que sufrían “defectos mentales congénitos, esquizofrenia, psicosis maníaco-depresiva, epilepsia hereditaria y severos casos de alcoholismo”. Los alemanes no eran los únicos entusiastas de la pseudo ciencia de la eugenesia, que en las décadas de 1920 y 1934, contaba con amplio apoyo en toda Europa y en los Estados Unidos en beneficio de la “higiene racial”. Uno de sus defensores era John D. Rockefeller, el fundador de Standard Oil de Nueva Jersey, y fue su Fundación Rockefeller la que proveyó gran parte de los fondos al Kaiser Wilhelm Institute, la más prestigiosa escuela de Medicina de Alemania, para llevar a cabo estudios en “Antropología,eugenesia y herencia humana,bajo la dirección del psiquiatra suizo y ferviente nazi Ernst Rudin”.
La lista de colaboraciones entre ambos países fue numerosa, este es uno de los tantos ejemplos que puede ilustrar que a los Estados Unidos los unía algo mucho mas oscuro que intereses economicos con los nazis; los unía una vinculación mucho mas poderosa que traspasaba las fronteras y cuyo poder era mucho más fuerte que las decisiones futuras del gobierno estadounidense de colocarse en las tropas aliadas que derrocarían a los alemanes.
Esa posición fue una verdadera pantalla para encubrir los reales intereses del “verdadero poder” que comandaba al país del norte de América.
Cuando finalizó la segunda guerra mundial sin perder tiempo comenzaron a organizarse una nomina de operaciones para contar con la colaboración de aquellos que en teoría habían sido derrotados.
Una de las operaciones de inteligencia que se llevó a cabo para lograr la colaboración de los nazis con el gobierno estadounidense fue la operación Paperclip llamada anteriormente Operación Overcast. Se escogieron a los mejores científicos, médicos, militares e ideólogos nazis para que trabajaran con el gobierno estadounidense.
La nómina de operaciones para el reclutamiento de nazis llevados a cabo por la OSS, el CIC o Counter Intelligence Corps, servicio secreto norteamericano que funcionaba en Alemania y luego por la CIA, que habia sido fundada en 1947, fue numerosa.
La reclusión de nazis que serían utilizados para el asesoramiento y la organización de nuevos servicios de inteligencia fue realizada por el más secreto de los servicios secretos, la Stay-Behind.
Estos servicios fueron creados unos meses antes de la finalización de la segunda guerra mundial, y fueron los encargados de localizar a los agentes nazis dispersos después de la retirada del ejercito alemán.
Uno de los primeros reclutados mediante las redes del Stay-Behin fue el general Reinhald Gehlen, ex jefe del servicio de contrainteligencia en el Frente Oriental; Gehlen, fue considerado uno de los mayores espias durante la guerra fría y con el apoyo de los servicios de inteligencia de los Estados Unidos y de otros paises europeos organizó la “Organización Gehler”.
Aportó sus archivos y su red de contactos, y trabajó en una estrecha relación durante varios años con la CIA reclutando a su vez a antiguos colaboradores.
La lista de empleados nazis a la causa estadounidense fue en aumento. Se le daba asilo y protección a jerarcas nazis que pertenecían a los servicios de inteligencia alemanes, entre ellos la Gestapo (policía alemana) y los Abwher ,el servicio secreto alemán, que había estado desde 1935 hasta 1944 bajos las órdenes del legendario almirante Wilhelm Canaris, el mismo que había reactivado en el año 1927 la organización Ettapendiest y quien conocía perfectamente la Patagonia argentina.
Los norteamericanos, sabían además que los alemanes habían articulado a la perfección la gestión militar con la politica y articulado una estructura militar y otra paramilitar.
Esta estructura les serviría para detectar las gestiones Rusas e impedir y combatir el avance del comunismo avance que se concretaría unas décadas más tarde en Latinoamérica.
Tanto los ex jerarcas nazis como los estadounidenses tenÍan algo en común: “El avance del comunismo era comparable a la proliferación de una peste que podía expandirse y carcomer a una población”. Por lo tanto los estadounidenses se preparaban ante una probable guerra con la Unión Soviética y se apresuraba a contar en sus líneas de inteligencia a expertos espías y torturadores.
Entre los nazis que tuvieron directa relación con los servicios de inteligencia se encontraban Klaus Barbie , quien tendría un protagonismo fundamental unos años más tarde, Martin Borman; a quien los mismos nazis se reportaban a pesar de estar fuera de Alemania; Ante Pavelic,el genocida Croata que había huído por la ruta de las ratas hacia Austria, Erik Pribke y muchos otros que se habían “salvado” no casualmente de los juicios de Nuremberg.

El caso de Klaus Barbie merece una atención particular ya que fue uno de los nazis que tuvo mayor influencia en la creación de los servicios de inteligencia bolivianos y de varios países del Cono Sur.
Barbie fue reclutado por los estadounidenses en la primavera del año 1947. Su función era la de organizar redes de espionaje para los americanos.
Trabajaba bajo un sueldo fijo y con nombres distintos que iba cambiando según la ocasión. En el año 1950, la CIC decidió darle una nueva identidad y enviarlo junto a su esposa y sus dos hijos a un país lejano de America del Sur, se eligió a Bolivia.
Zarparon del puerto de Génova en marzo del año 1951 y tres semanas más tarde llegaban al puerto de Buenos Aires. Se hospedaron en el hotel El Dorado y luego se dirigieron por tren hacia la ciudad de La Paz, en Bolivia.
La participación de Barbie en la organización de los servicios secretos bolivianos fue crucial, a tal punto que para pasar inadvertido se empleo primero como mecánico hasta llegar a ser el primer gerente de Transmarítima Boliviana, la nueva línea de barcos mercantes, pero seguía bajo las ordenes y el control de la CIA. El ex jefe de la gestapo alemana, en Lyon permaneció “protegido” treinta y dos años. En todo ese período participo en la organización de los servicios de contrainsurgencia, nombrado en el año 1964 por el mismo general René Barrientos, quien lo nombró asesor del ejercito Boliviano en la especialidad de contrainsurgencia.
Tras el triunfo de la revolución Cubana pusieron en alerta a Barbie para extremar las medidas de seguridad y fortalecer a los grupos paramilitares que él mismo había armado en Bolivia y que eran llamados “Los novios de la muerte”, estos grupos paramilitares operaron en distintos países latinoamericanos y también se los conocío con el nombre de “Escuadrones de la muerte”.
La guerrilla del Che, fue combatida en suelo boliviano por el mismo ex jefe de la Gestapo asesorando en técnicas de represión, tortura y ejecución. Fué uno de los ideólogos que preparó a los servicios bolivianos para atrapar al Che, hecho que se produjo en 1969.
También asesoró a varios militares argentinos y chilenos en técnicas de contrainsurgencia que serían aplicadas en el Cono Sur a través del Operativo Cóndor.
Barbie no actuaba sólo, tuvo colaboración de otros militares que venían planeando un plan de exterminio que sería ejecutado en el Cono Sur. Entre ellos se encontraban militares argentinos.
Este fragmento extraído de una publicación de Gustavo Salazar Sánchez, quien fuera periodista y viceministro del interior de Bolivia da cuenta de ello:
“Don Klaus”controlaba también a otros grupos de neonazis que aparecieron en Bolivia en esa época.
Los terroristas cumplían las órdenes de su jefe, sin retroceder ante el asesinato a sangre fría. El trabajo político, a campaña de prensa, la infiltración en partidos políticos, en organizaciones obreras o religiosas, las actividades del cuerpo diplomático, todo cuanto tenía que ver con la vida misma de la nación era controlado por maleantes a las ordenes del ex jefe de la Gestapo de Lyon.
Los militares argentinos que participaron en la preparación de cuadros paramilitares en Bolivia no dudaron en ningún momento del éxito de su mision. Los coroneles Carlos Estrada y Julio César Durand, el teniente coronel Jorge P. Lynch,e l asesor especializado Mario Mingolla y otros se dedicaron pacientemente en el golpe de 1980 que llevó a García Meza al poder.
Los argentinos pretendían utilizar a Bolivia como traspatio para sus turbios manejos. Sería, pensaban un buen campo de experimentación para instaurar la política del neofascismo en el continente latinoamericano. Es en ese contexto que brillan los consejeros nazis, x soldados de la Gestapo, criminales que cometieron todo tipo de atrocidades en los países ocupados de Europa.
Alfredo Mignolla, quien trabajó estrechamente ligado a Barbie, aseguró que prestó servicios en Bolivia por cuenta del ejército argentino. También declaró que respondía a las instrucciones de la CIA. Anteriormente se había desempeñado en Guatemala, Honduras y Panamá. Fue entrenado en la Escuela de las Américas para la guerra sucia contra el comunismo. En varias oportunidades, entregó prisioneros al Brasil y a la Argentina.
El excarnicero de Lyon dirigió y ayudó apoyado por los Estados Unidos a la concreción de golpes militares que se fueron sucediendo. Uno de ellos fue el golpe perpetrado por el general Luis García Meza en julio de 1980. Barbie fue expulsado de Bolivia en febrero de 1983, tras largos años de “protección.
Como se ve, la colaboración de antiguos jerarcas nazis fue un hecho innegable de la historia latinoamericana.

La concreción de los planes.
El objetivo principal de los norteamericanos era impedir el avance comunista y proteger sus intereses económicos sobre todo en los países latinoamericanos que les servían para su beneficio propio.
Latinoamérica estaba inmersa en el marco de la guerra fría y el enemigo estaba dentro, por lo tanto era necesario comenzar a ejecutar un plan para impedir el avance del comunismo en esas latitudes. Ayudados entonces por antiguos jerarcas nazis, que también recibían instrucciones; organizaciones de ultraderecha e ideologias anticomunistas. A sólo un año de finalizada la segunda guerra mundial se creó el Instituto del Hemisferio Occidental para la cooperación en seguridad más conocido como la “Escuela de las Américas”; escuela que estuvo hasta el año 1984 en Panamá y luego fue transladada a Fort Benning, en Columbus, Georgia, Estados Unidos.
En esta escuela se entrenaban a militares, a colaboradores y a policías; el objetivo principal era impedir el avance de las ideologías de izquierda, fortalecer la paz y la seguridad, consolidar las democracias representativas, resolver de manera pacífica disputas y solidarizarse con la conducción de acciones militares ante cualquier agresión, pero la realidad distaba de estas consignas.
Las intenciones eran otras: ”Reprimir, combatir y ejecutar a todo enemigo que atentara contra los intereses políticos y económicos de los Estados Unidos y sus países satélites en cualquier parte del mundo y sobre todo en Latinoamérica.
En la escuela se los entrenaba militarmente se los adoctrinaba, se les enseñaban técnicas de contrainsurgencia, operaciones de comando, guerra psicológica, inteligencia militar y tácticas de interrogatorio.
Tras el triunfo de la revolución Cubana, en 1959, se impartieron con mayor severidad las clases ya que la amenaza comunista había pisado el suelo latinoamericano, por lo tanto el enemigo estaba cerca.
Estados Unidos, extremó las medidas de seguridad convirtiendo a la escuela en un centro de entrenamiento para las fuerzas latinoamericanas basando sus objetivos de represión y despolitización en la Doctrina de seguridad nacional.
Los cursos del Instituto del Hemisferio Occidental para la cooperación en seguridad, acrecentaron por lo tanto sus planes de estudio. Se dictaban clases en español para los alumnos latinoamericanos y se les repartían distintos manuales para su estudio.
Estos manuales eran : "Manejo de fuentes de información; Contrainteligencia; Guerra revolucionaria, guerrillas e ideología comunista; Terrorismo y guerrilla urbana, Interrogacion, Combate de inteligencia, Análisis de la inteligencia y un manual de tortura, el famoso Kubark, que consistía en técnicas para la interrogación que incluían la motivación por miedo, el uso del suero de la verdad (usado y experimentado por los nazis en los campos de concentración), la tortura por electrocución, la extorsión, y el secuestro y arresto de miembros de la familia del blanco.”
Todos estos manuales fueron usados en numerosos países y distribuídos por equipos de las fuerzas especiales de entrenamiento al personal militar y a las escuelas de inteligencia en El Salvador, Colombia, Chile, Argentina, Ecuador, Guatemala, Perú y Nicaragua.
La mayor parte de los militares latinoamericanos que perpetraron sucesivos golpes de estado fueron formados en esta escuela.
La lista es numerosa pero algunos de ellos son: General Manuel Noriega; responsable del gobierno militar en Panamá, colaborador de la CIA; el general Hugo Banzer, responsable del golpe militar de Bolivia en el año 1971, Elias Wessin, responsable del golpe militar dominicano llevado a cabo en 1963; el general Héctor Gramajo,e x ministro de Guatemala ; el general Roberto Eduardo Viola, responsable del golpe de estado de 1976, en argentina; Leopoldo Fortunato Galtieri, líder de los últimos años de la Junta militar argentina y responsable de la guerra de las Malvinas; Santiago Martin Rivas, agente de inteligencia que realizó asesinatos durante el gobierno de Alberto Fujimori por encargo de los Estados Unidos; Manuel Contreras, jefe de inteligencia de la DINA, servicio secreto de Chile durante la dictadura de Augusto Pinochet; Ollanta Humala,ex militar peruano.

El Operativo Cóndor y los antecedentes del terror:
La revolución Cubana puso sobre aviso a los Estados Unidos de que una postura revolucionaria se diseminaría a varios países latinoamericanos. Los servicios de inteligencia ya habían detectado numerosas actividades de organizaciones armadas.
En el cono sur, proliferaban distintos movimientos de izquierda, muchos nacidos en el seno de gobiernos populares y otros en repudio a los golpes militares
Toda oposición, toda manifestacion y toda expresión de duda era sospechosa. Los servicios de inteligencia recibían permanentes alertas de infiltraciones de Cubanos y de Rusos al suelo sudamericano.
Se sabía que la mayoría de los guerrilleros se  entrenaban y recibían instrucción militar por expertos guerrilleros que habían actuado en distintas latitudes del planeta.
Fue necesario entonces organizarse y actuar. Los norteamericanos solventaron, apoyaron y alentaron distintos golpes de estado que no casualmente serían perpetrados por exalumnos de la “Escuela de las Americas “quienes habían recibido una estricta instrucción de como actuar contra lo que consideraban blancos subversivos.
Para aniquilar a toda organización de la izquierda revolucionaria contaban con expertos en exterminio, y espías infiltrados en las lineas de la guerrilla. Pero lo más sorprendente fue que el plan u Operativo Cóndor tuvo también una marcada influencia de los nazis. Los lineamientos generales para su elaboración y posterior ejecución se basaron en un decreto firmado por Adolf Hitler el 7 de diciembre del año 1941. Este decreto fue conocido como “Nacht Und Nebel” en español, “Noche y niebla”,o decreto NN. Hitler daba las directivas para la represión y la eliminación física de oponentes al régimen nazi. Todos los prisioneros eran tomados y deportados secretamente sin ningún rastro ni testimonio que dejara huellas. Eran detenidos y perseguidos durante la noche y se los identificaba con las letras NN. El mismo Hitler se encargaba de afirmar entre sus pares que la toma de estas medidas era necesaria ya que permitía la desaparición de los acusados sin dejar rastros. Ninguna información podía ser difundida con respecto a su paradero o su destino. Muchas de las víctimas procedían no sólo de Alemania sino también de Francia, Bélgica y Holanda.
En el cono Sur este decreto fue aplicado muchas décadas más tardes. El plan de exterminio y sus gestores respondían a los mismos lineamientos: ocultos y oscuros intereses se apoderaban una vez más y ejercían el poder y el control. En América del Sur, el control y la dominación se llamo “Sistema de inteligencia Cóndor” conocido como el “Plan Cóndor”, una red perfectamente organizada y trazada en donde intervenían Chile, Argentina, Paraguay, Uruguay, Brasil y Bolivia, países que eran perfectamente conocidos por los nazis, que les habían servido de refugio, de asilo y de protección desde la década del '30 y que no habían sido escogidos por casualidad sino que respondían a un plan mucho mas complejo que traspasaba las fronteras de los países ejecutores. Este operativo, fue planeado y puesto en marcha a partir de la década del '70. Para el año 1974 oficiales de seguridad de todos estos países se reunían en Buenos Aires para preparar acciones coordinadas en contra de los llamados blancos subversivos. Para diciembre de 1975, ya se había puesto en marcha y finalizado el "Operativo Independencia" en la selva Tucumana (el general Antonio Bussi quien regenteaba el operativo independencia era también un exalumno de la Escuela de las Américas).
Este operativo sirvió como antecedente directo del Operativo Cóndor y también había contado con el apoyo de los Estados Unidos para su ejecución. Los aviones que habían sido utilizados llevaban pintados sobre las banderas estadounidenses las escarapelas del ejército argentino.
Los servicios de inteligencia intercambiaban información sobre exiliados, agrupaciones y movimientos revolucionarios mientras armaban los campos de exterminio tal como lo habían hecho los nazis.Comenzó entonces a aplicarse el terrorismo de estado, todo sospechoso de actividades subversivas era secuestrado, llevado a los campos de concentración preparados para ello, se les aplicaban distintos métodos de tortura para sacarles informaciones, delataran a sus jefes y a otros compañeros y luego se los asesinaba “sin dejar rastros” se convertían así en desaparecidos o en “NN”. Eduardo Galeano decía en su libro “Las venas abiertas de América Latina”: "Para operar con eficacia la represión debe parecer arbitraria. Excepto la respiración, toda actividad humana puede constituir un delito. En Uruguay la tortura se aplica como sistema habitual de interrogatorio: cualquiera puede ser víctima, y no sólo los sospechosos y los culpables de actos de oposición. De esta manera se difunde el pánico de la tortura entre todos los ciudadanos, como un gas paralizante que invade cada casa y se mete en el alma de cada ciudadano. En Chile, la cacería dejó un saldo de miles de muertos, pero en Argentina no se fusila:s e secuestra. Las víctimas desaparecen. Los invisibles ejércitos de la noche realizan la tarea. No hay cadáveres, no hay responsables. Asi la matanza, siempre oficiosa, nunca oficial se realiza con mayor impunidad, y así se irradia con mayor potencia la angustia colectiva. Nadie rinde cuentas, nadie brinda explicaciones. Cada crimen es una dolorosa incertidumbre para los seres cercanos a la víctima y también una advertencia para todos los demás. El terrorismo de Estado se propone paralizar a la población por el miedo". Paradójicamente a las palabras volcadas en su libro por Galeano el mismo Adolf Hitler treinta y cuatro años antes, explicaba el objetivo de su decreto: “Una intimidación efectiva y duradera sólo se logra por penas de muerte o por medidas que mantengan a los familiares y a la población en la incertidumbre sobre la suerte del reo y por la misma razón, la entrega del cuerpo para su entierro en su lugar de origen, no es aconsejable, porque el lugar del entierro podrá ser utilizado para manifestaciones”.
Queda más que demostrado entonces que el mal no había muerto, por el contrario la “Operación Exterminio”  había sido llevada a cabo nuevamente con éxito, habían cambiado los personajes, los lugares, las situaciones pero la “orden” había sido nuevamente ejecutada: "A través de la diseminación de tal terror toda disposición de resistencia entre el pueblo, será eliminada”...

Por Andrea Ravalli
Astrolabio del Tiempo
www.astrolabiodeltiempo.com.ar/


Un agradecimiento muy especial a "Astrolabio del Tiempo" dado el intercambio de artículos y la mutua colaboración con "Historias Lado B".

Nota original:
http://www.astrolabiodeltiempo.com.ar/articulo.php?art=122

Bibliografía consultada:

Daniel Jonah Godhagen.”Los verdugos voluntarios de Hitler”,editorial Taurus,1997
Michael Burleigh.”El tercer Reich”,editorial Taurus
Simon Dunstan y Gerrard Williams.”Lobo gris”,la fuga de Hitler a la argentina-1 ed-Buenos Aires:Distal 2012
De Nápolis Carlos.”Nazis en el sur-1 ed-Buenos Aires:grupo editorial Norma,2005
Galeano Eduardo.”Las venas abiertas de América Latina-editorial Siglo veintiuno
Gustavo Sánchez Salazar y Elisabhet Reimann”Barbie,criminal hasta el fin”-editorial Legasa
Uki Goñi.”La auténtica Odessa:La fuga Nazi a la argentina de Perón”-editorial Paidós Ibérica-2002

Artículos:
Paredes Alejandro.”La operación Cóndor y la guerra fría”.Revista Universum nº19.


viernes, 26 de julio de 2013

“Historia de la solución final” por Daniel Rafecas: Mesa redonda y presentación del libro en el Colegio Pestalozzi

En Abril de 2013, el Juez Daniel Rafecas hizo una (de las tantas) presentaciones de su libro "Historia de la Solución Final", esta vez en el Colegio Pestalozzi. Como es de rigor, después, en el boletín del Colegio, se publicó una nota sobre el evento y, junto con ella, un comentario de Michael Röhrig, el flamante nuevo director general de la Institución enviado por Alemania. "Historias Lado B" publica este muy interesante relato de la posición entre alemanes nazis y alemanes no nazis en la actualidad.

Daniel Rafecas: debate sobre "Historia de la Solución Final" en el Colegio Pestalozzi.


“Historia de la solución final”:
Mesa redonda y presentación del libro en el Colegio Pestalozzi.
Como anunciáramos en nuestro Boletín anterior (marzo-abril 2013, pág. 8), en el marco de las acciones culturales realizadas por la Asociación Cultural Pestalozzi, el miércoles 10 de abril fue invitado el Dr. Daniel Rafecas para presentar la cuarta edición de su libro “Historia de la solución final”. Acompañaron al Dr. Rafecas la Sra. Graciela Fernández Meijide, la Sra. Diana Wang, el Sr. Ricardo Hirsch y el Sr. Luis Mesyngier, quienes participaron de la exposición aportando un valioso y diferente abordaje del tema del Holocausto y otros genocidios. La motivación que llevó al autor a desarrollar la “indagación de las etapas que provocaron el exterminio de los judíos europeos” ha sido que “desde la docencia faltaba una herramienta para acercarnos a la comprensión de la Shoá, porque los autores que usamos reflexionan sobre Auschwitz dando por sentado que el lector conoce cómo se llegó a Auschwitz”.  El Dr. Rafecas hizo referencia el método de la indagación judicial, experiencia recogida con el equipo con que investigó la causa referida a los crímenes de lesa humanidad cometidos en la dictadura en el Primer Cuerpo de Ejército. Por otra parte, Diana Wang, señaló que la Shoá durante varias décadas fue vista como un rayo fatídico que había caído sobre la Humanidad, una desgracia insólita, inédita, inasible e imposible de comprender. Nuestro problema es que, igual a lo sucedido con el rayo, mientras siga siendo fatídico, mientras no se conozca su mecanismo de generación, seguiremos estando a su merced. Rezar y hacer ofrendas calmará a quien lo hace, le dará el consuelo o la ilusión de estar  haciendo algo, pero no lo detendrá. Si la Shoá no tiene explicación, si no se la estudia, analiza y comprende, no habrá forma de predecir ni de implementar las políticas necesarias para hacer más difícil su repetición o para atenuar sus efectos. Concluyendo, Graciela Fernández Meijide se preguntaba si, alertados con libros como el de Daniel Rafecas, interesante, persuasivo, de contenido aterrador aliviado por la firme convicción de que la humanidad sólo puede avanzar si afronta su falta de humanidad y se dispone a batallar contra ella, somos capaces de lograr que el pasado se convierta en la base de una construcción cada vez más libre y democrática.  Estos breves pero sustanciales comentarios, parciales por cierto, pues la participación fue más extensa tanto en comentarios como en los oradores, caracterizaron una actualizada y profunda reflexión que conmovió a una nutrida audiencia.  Nuestro especial agradecimiento al Dr. Daniel Rafecas por su presencia en el Colegio Pestalozzi. Las exposiciones completas de Diana Wang y de Graciela Fernández Meijide pueden leerse en nuestro sitio institucional en la sección de Novedades (http://www.pestalozzi.edu.ar/es/novedades/presentacion-del-libro-historia-de-la-solucion-final-del-dr-daniel-rafecas.html).


Izq: Michael Röhrig, Director del Colegio Pestalozzi y autor de una excelente columna de opinión en el Argentinisches Tagebaltt.  Der: El Dr. Rafecas con la Sra. Graciela Fernández Meijide y la Sra. Diana Wang en el Colegio Pestalozzi.


Columna de opinión:
Nieto de nazi: reflexión de un alemán en la Argentina durante la presentación del libro de Daniel Rafecas.  

En Alemania es ineludible ocuparse de los crímenes del Tercer Reich, y eso está muy bien. Al hacerlo, cada alemán descubre su propia relación familiar con el Holocausto. En mi caso, esto se puede describir lisa y llanamente: soy el nieto de un nacionalsocialista. En realidad, esto tendría que haber sido una afirmación neutral. Pero debido a mi nacionalidad eso es imposible. Esta supuesta descripción siempre irá acompañada de muchas connotaciones: justificación, confesión, provocación…Pertenezco a la tercera generación de la posguerra y realmente nunca hablé demasiado sobre el Holocausto con mis padres, al igual como les sucedió a tantas otras personas de mi edad. A lo largo de mi juventud y a medida que avanzaba en la vida, en la convivencia con mi querido abuelo cada vez se me ponía de manifiesto con mayor claridad que era el nieto de un hombre marcado por su ideología nacionalsocialista. Doy por sentado que no tuvo ningún cargo influyente y que no tenía poder de decisión, pero seguro que tampoco fue simplemente un simpatizante. Nunca olvidaré los ojos cargados de odio de mi simpático abuelo cuando en la década del 90 vi junto con él un programa televisivo sobre los padecimientos de los judíos en el Tercer Reich. (Por qué me extiendo tanto en esto. Sólo teniendo en cuenta este contexto biográfico puede quedar mínimamente clara la fuerte impresión que causó la presentación de libro y la posterior mesa redonda sobre un recién llegado a Buenos Aires). Pues bien, durante la presentación del libro “Historia de la solución final“ de Daniel Rafecas el 10/04/2013 me encontré sentado en el Auditorio del Colegio Pestalozzi sintiéndome un poco solo como único sucesor de la generación de los victimarios, aunque ésto, como quedó de manifiesto luego, no era realmente así. ¿Qué le espera a un alemán recientemente llegado en un evento así? Sobre mi historia aprendí mucho en el colegio y de los libros. Ya tuve oportunidad de elaborar mis sentimientos de culpa y la responsabilidad de mi generación en diversas actividades políticas, de voluntariado y escolares. En ese sentido, en los últimos años participé asiduamente en diversas actividades antinazis en Alemania, como por ejemplo en un programa radial en Marburg, en manifestaciones, etc. Nunca leí en Alemania un análisis tan sistemático del desarrollo del exterminio de los judíos europeos. Daniel Rafecas convence por su modo claro y casi sobrio de analizar estos acontecimientos terribles. La editorial describe acertadamente su trabajo como una cronología, cosa que desde mi punto de vista, junto con la notable investigación científica, constituye la gran fortaleza del libro. Casi no vale la pena mencionar que por supuesto a lo largo de la velada me enteré de gran cantidad de datos nuevos que me ayudaron a comprender un poco lo inconcebible. Pero recién hacia el final del evento comprendí cuál era el particular aporte de Daniel Rafecas para mí. Era el primer especialista neutral, es decir, ni sucesor de la generación de las víctimas ni de los victimarios, que me podía contar algo sobre mi propia historia y, por lo tanto, sobre mi propia identidad, desde una perspectiva imparcial. Esa condición de no llevar una carga previa permite un debate especialmente intenso que justamente no se deja distraer por ninguna connotación ni por la culpa ni por sentimientos de justificación. Gracias, Daniel Rafecas (y a los demás integrantes de la mesa redonda, como Diana Wang y Graciela Fernández Meijide, cuyas exposiciones realmente hubieran merecido una columna de opinión aparte) por sus profundas miradas sobre la historia de Alemania y, sobre todo, por el aporte a un debate tan importante para que los alemanes podamos analizar las miradas llenas de odio de muchos abuelos de mi generación.

Michael Röhrig 

Un agradecimiento especial al Lic. Roberto Hubscher, encargado del Archivo Histórico del Colegio Pestalozzi, por su invalorable aporte constante a "Historias Lado B".

Publicado originalmente en idioma alemán en el Argentinisches Tageblatt del 20/04/2013. 
http://tageblatt.com.ar/pdf_free/20-04-13_2.pdf

lunes, 22 de julio de 2013

Reinhard Gehlen: de abominable nazi a "honorable" colaborador de la OTAN

Reinhard Gehlen en sus dos versiones: el nazi "malo" y el "buen" oficial de la OTAN.


La historia de Reinhard Gehlen es una de las tantas que bien podrían quedar plasmadas en alguna película de intrigas y misterio. Pero claro, por lo general esas películas se hacen en Hollywwod y ahí es donde la historia se complica demasiado. ¿Cómo contar los hechos de la vida de Reinhard Gehlen sin tergiversar la realidad pasada y sin mancharse las manos con sangre al quedar expuestos como criminales socios protectores de sus atrocidades y excesos? Un dilema que Hollywood no pudo, no puede, ni podrá jamar dilucidar. Por eso la película de Gehlen y la contratación y protección de la que ha gozado de parte de los nefastos Estados Unidos de América, quedará para otra oportunidad...

Reinhard Gehlen, nacido el 3 de abril de 1902 en la ciudad de Erfurt, Imperio Alemán, y fallecido el 8 de junio de 1979 en Starnberg, República Federal de Alemania (formal y encubierta continuadora de la Alemania del Tercer Reich), fue un militar alemán que llegó a encumbrarse como Mayor General de la Wehrmacht durante los oscuros y sangrientos días de la segunda guerra mundial. Gehlen no tenía un puesto de poca valía o de poca importancia: era ni más ni menos que el Jefe de Contra-Inteligencia en el Frente Oriental (sobre todo en lo referente a al Rusia comunista) y por lo tanto era poseedor y conocedor de valiosísima información (de un lado y otro de las líneas de batalla y espionaje). La segunda guerra mundial es dentro de su historia casi una anécdota más, ya que sus días y sus actividades no culminaron cuando el ejército Rojo tomó la ciudad de Berlín. Muy por el contrario, su vida estaba adquiriendo un nuevo sentido, una "nueva" dirección y en eso mucho tuvieron que ver los falaces e inescrupulosos Aliados vencedores de la contienda bélica mundial. 
Este militar que supo ser leal de manera indistinta a la vieja República de Weimar, al Tercer Reich y a la República Federal de Alemania tuvo su "segunda" oportunidad en la vida cuando los norteamericanos, siempre tan creativos y entregados a la lucha por los derechos y las libertades del ser humano, idearon la famosa Operación "Paperclip", mediante la cual  se encargaron de conseguir como si nada fuera los servicios de los diferentes y numerosos "especialistas" o "expertos" alemanes (como aún llaman a los criminales de guerra nazis por ellos mismos contratados). De este modo y sin necesidad de cambiar su identidad ni su aspecto físico (dicho sea de paso), Reinhard Gehlen pasó de ser un abominable nazi a comandar una vasta y letal red de espías "Stay-Behind" que accionaba sin escrúpulos contra el verdadero enemigo de los norteamericanos y los británicos (incluso durante los días de la segunda guerra mundial): la Unión Soviética.
Gehlen, viejo zorro como tantos otros, se movió rápido. En marzo de 1945 no necesitó demasiada información para advertir que el final de la guerra estaba a la vuelta de la esquina y fue entonces cuando decidió (junto a un reducido grupo de otros oficiales alemanes) microfilmar todos los datos sobre las "Fremde Heere Ost" (Fuerzas Foráneas del Este) de la Unión Soviética, conservando cuidadosamente toda esa valiosa información en envases herméticos. Gehlen sabía de la importancia de toda esa información sobre los "Rojo comunistas" y enterró esos envases en diferentes lugares de los Alpes en Austria. Aquellos envases eran su gran salvoconducto y fueron su pasaporte inmediato hacia las oficinas de las fuerzas norteamericanas para comenzar con su nueva tarea...

La "pantomima" norteamericana fue completa una vez finalizada la guerra. Gehlen se entregó sin resistencia al C.I.C. (Cuerpo de Contrainteligencia) de los Estados Unidos en la ciudad alemana de Baviera el 22 de mayo de 1945. Fue llevado al campo "Camp King" cerca de Oberursel e interrogado por el capitán John R. Boker. El miltar norteamericano de inmediato comprendió que estaba frente a un personaje más que interesante y necesario para los norteamericanos y de allí en más también se movió con suma rapidez. Como Gehlen le había ofrecido los envases herméticos con toda la información sobre los soviéticos que sólo él sabía donde estaban ocultos, Boker se encargó de quitar de la lista de los detenidos del campo a Gehlen y a varios de sus camaradas alemanes. Una delicadeza de su parte.
Aún el C.I.C. no estaba al tanto de todo ésto, pero no hizo falta mucho esfuerzo para lograr que la plana mayor de Inteligencia norteamericana decidiera "contratar", de algun modo, al nazi.
Todos los elementos de este rompecabezas llegaron a manos del General Walter Bedell Smith, jefe de equipo de Eisenhower. Todo se resolvió de la siguiente manera: el 20 de septiembre de 1945, sin más vueltas y borrando de un plumazo todo su prontuario, Reinhard Gehlen llegó junto a tres de sus camaradas en vuelo directo a los Estados Unidos para comenzar a trabajar para ese país, bajo una total protección y haciendo gala irreverente de una asquerosa impunidad (de ambos lados).

Gehlen supo ser tan efectivo como en sus días en el Este de Europa: ni bien llegó a Estados Unidos le reveló a las autoridades que varios integrantes del Office of Strategic Services (OSS) británico eran activos miembros del Partido Comunista (divide y reinarás...) y con esa información en mano Gehlen comenzó a resultar "mucho más simpático" a los ojos norteamericanos. Una vez más, olvidándolo todo, absolutamente todo, los norteamericanos liberaron a Gehlen de su "cautiverio" y de inmediato lo enviaron bajo su supervisión directamente al centro neurálgico de las operaciones en el comienzo de la Guerra Fría. Gehlen regresó a su querida Alemania en junio de 1946. Sin pausa estableció la "Organización de desarrollo industrial del sur de Alemania" que no era otra cosa más que una cubierta norteamericana para desplegar la red de espías del nazi ahora devenido empleado de los Estados Unidos. La "empresita" creció de manera asombrosa y así las cosas contó de inmediato con 350 exagentes de la Inteligencia nazi para que comenzaran a colaborar con Gehlen. Esos 350 agentes secretos, se transformaron en poco tiempo más en 4.000 efectivos encubiertos en su lucha contra el enemigo comunista. El grupo de Gehlen se hacía llamar los "Hombres-V" y eran los ojos y los oídos de la CIA en el escenario europeo de la Guerra Fría. Los "Hombres-V" luego pasaron a ser formalmente los cosnpícuos integrantes de la "Organización Gehlen". Corría el año 1952 y los "expertos" alemanes al servicio de la CIA evolucionaron amparados por tanta impunidad y (no sin algunas denuncias en su contra) llegando a ser conocidos luego como los "Bundesdeutscherjungend", un grupo de militantes de extrema derecha que, armados hasta los dientes por la OTAN (ni más ni menos) tenía como principal y casi excluyente misión asesinar a líderes de la izquierda europea.

Y finalmente llegó el "gran año" para el nazi Reinhard Gehlen: 1955. La nefasta "Organización Gehlen" fue transferida formalmente bajo el ala de la República Federal de Alemania, durante el gobierno del legendario Konrad Adenauer y de esa manera la Alemania Occidental (como ya se ha dicho: la continuadora real de la Alemania del Tercer Reich) oficializaba y "legalizaba" a la casi criminal organización liderada por el nazi. El 1° de abril de 1956 (a más de 10 años de la finalización de la segunda guerra mundial y sabiendo a las claras quién era quién...) se formó el BND ( Bundesnachrichtendienst), el Servicio de Inteligencia de Alemania Federal y el nazi no sólo fue parte importante y vital del mismo, sino que recibió el "premio" que le faltaba (con el amparo de los Aliados libertarios y de su amada Alemania que lo recompensaban...): Reinhard Gehlen se convertía sin más vueltas en el Presidente del BND. Poniéndolo blanco sobre negro. un nazi, empleado de la CIA, armado y entrenado por la OTAN y Presidente del Servicio de Inteligencia de la Alemania Federal...Bingo.
Como tantas otras veces ha sucedido, una vez que la presión (externa) se hacía insostenible, una vez que las apariencias comenzaban a importar y una vez que a los norteamericanos les dejó de resultar de utilidad, Reinhard Gehlen se vio forzado a renunciar a la presidencia del BND (sólo a renunciar y nunca llegando a ser juzgado por nada), cargo que ocupó sin interferencias ni inconvenientes hasta el año 1968. Murió tranquilamente en 1979 a los 77 años de edad. Como hemos dicho: una historia digna de un film que los norteamericanos nunca se atreverían a mostrar...



Bibliografía consultada:
- Peter Kross "Intelligence", Military Heritage, octubre de 2004. pp 26–30.
- E.H. Cookridge "Gehlen: Spy of the Century", 1971
- Burton Hersh "The Old Boys — The American Elite and the Origins of the CIA", 1992
- Heinz Hohne, Hermann Zolling "The General Was a Spy: The Truth About General Gehlen and His   Spy Ring", New York: Bantam Books, 1972.
- "Jagd Gruppen 101 A Clinical insight into West German Death Squad 1945–196"
- Mary Ellen Reese "Gehlen's Organisation"
- Tim Weiner "Legacy of Ashes: The History of the CIA". pp 10–190.
- Gehlen; spy of the century. Por E.H. Cookridge, 1971.
- "David Irving" The Memoirs of General Gehlen.
- La Organización Gehlen, Richard Gehlen, Presses de la Cité et Fayard, 1972.
- Relazione sulla vicenda « Gladio » presentatat dal Presidente del Consiglio dei Ministri (Andreotti) communicata alla Presidenza il 26 febbraio 1991, Senato della Repubblica, X Legislativa, Doc XXVII, n° 6.
- Informe de la Comisión de investigación Parlamentaria encargada de elucidar los hechos en gran parte acontecidos en el departamento militar federal, 1990.
- A. Müller, Gladio, Das Erbe des Kalten Kriesges, 1991 ; El caso Gladio, las redes secretas norteamericanas corazón del terrorismo en Europa, Jean-François Brozzu-Gentile, Albin Michel, 1994. - Ver también el remarcable documental de Allan Francovitch, Gladio, los que llevan el juego, Observer Film Company, 1992.
- John Loftus, The Belarus Secret, 1982. Versión francesa : Horrible secreto, cuando los norteamericanos reclutaban espías nazis. De Gehlen à Klaus Barbie. Plon, 1985.

- http://es.wikipedia.org/wiki/Reinhard_Gehlen